Fue hace cinco años, en Río de Janeiro, cuando diez atletas de cuatro naciones diferentes tuvieron la oportunidad de integrar el primer Equipo Olímpico de Atletas Refugiados. El COI creó el equipo en 2015 en colaboración con ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y estableció un Fondo de Emergencia para refugiados de 1,9 millones de dólares con el fin de que personas refugiadas tuvieran la oportunidad de integrarse en el deporte.
La creación del equipo envió un mensaje esperanzador e inclusivo a millones de refugiados en todo el mundo y concienció gran parte de la población de las duras situaciones que atraviesan miles de personas a diario y las complicadas vidas que llevan.
En su primera edición, el equipo estaba conformado por 10 atletas y a día de hoy son 29 los atletas originarios de 11 países, los cuales viven y entrenan en 13 países diferentes, que hacen su segunda aparición en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Por país de origen, la mayoría de los integrantes (nueve atletas) provienen de Siria; cinco vivían en Irán; cuatro, en Sudán del Sur; y tres, en Afganistán. Otros países de origen son Eritrea, Irak, República del Congo, República Democrática del Congo, Camerún, Sudán y Venezuela.
El grupo ha estado compitiendo dentro de 12 categorías deportivas como atletismo, bádminton, boxeo y natación entre otras.
Claudia Durán Martínez
2 de agosto de 2021
