Se cumplen hoy seis días desde que el pasado lunes 6 de febrero la tragedia sacudiera Turquía y Siria. Desde entonces, ambos países trabajan sin cesar para rescatar a las personas que aún hoy siguen bajo los restos de lo que un día fue un hogar.
A las 4:17 (hora local), a unos 24 kilómetros de profundidad, la Tierra temblaba con un seísmo de magnitud 7,8 en el sur del país turco que sembraba la destrucción en un radio de alrededor de 500 kilómetros. Nueve horas más tarde, tras más de cuarenta réplicas, otro gran terremoto sacudía la zona con magnitud 7,5. Como consecuencia, dos países enteros devastados que comenzaban una búsqueda de esperanza que aún hoy continúa.
Este escenario supone el temblor más fuerte registrado en Turquía desde 1939, desbancando así al de 1999 con una magnitud de 7,6. Los expertos explican que la gran actividad sísmica de la zona se debe a la confluencia de las placas tectónicas de Anatolia, Arabia y África bajo el suelo turco.
Hasta el momento, las cifras de la tragedia se sitúan en más de 24.200 vidas perdidas en total y 82.000 heridos. A esto se suma el incalculable número de personas que aún continúan bajo las ruinas de los edificios derrumbados, los cuales llegan a suponer hasta dos tercios de las edificaciones totales de la ciudad en lugares como Kahramanmaras, epicentro turco.
Ante esta situación, los ciudadanos han vuelto a demostrar ser el patrimonio activo más importante del país, trabajando por salvar vidas en una jornada sin fin que comenzó hace casi una semana. Gracias a ellos, hemos podido encontrar en ambos países historias de la liberación de familias enteras de los escombros por parte de voluntarios y equipos de rescate. Por ejemplo, ayer, la propia Unidad Militar de Emergencias de España desplegada en Turquía lograba rescatar con vida a Elif y Muslin, dos niños que habían permanecido durante cinco días bajo los restos de un edificio de la ciudad de Nurdagui, en la provincia de Gaziantep. Poco después, la misma unidad lograba encontrar a su madre, Leyla, la cual ya se encuentra junto a sus dos hijos.
Tanto Turquía como Siria han hecho un llamamiento a la ayuda internacional para que a través del envío de efectivos y de recursos se puedan acelerar las tareas de rescate y asistencia. A su vez, se recalca la necesidad de restaurar el suministro eléctrico y de combustible para poder paliar los efectos del invierno en un área en el que las temperaturas registran diariamente cifras negativas.
Desde Conexión, Creando Puentes queremos tender nuestro más cálido abrazo a todos nuestros estudiantes que han visto a sus familiares y hogares golpeados por el terremoto. Nuestro corazón y esperanza está con vosotros.
Javier San José
11 de febrero de 2023
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