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TURQUÍA: INUNDACIONES TRAS EL TERREMOTO

Hace apenas una semana nuestro equipo regresaba de Şanlıurfa, Turquía, tras colaborar en las tareas de ay por el destrozo que la actividad sísmica causó el mes pasado. Hoy, nuestro amigo Ahmet Doğan nos informa de que una inundación ha vuelto a golpear a la ciudad. A continuación, el artículo que ha redactado sobre la noticia.

El pasado 14 de marzo de 2023 una riada devastaba de nuevo la ciudad de Urfa (nombre con el que se conoce a la ciudad turca de Şanlıurfa). El desastre natural se ha cobrado la vida de quince personas y ha causado graves daños en numerosas casas y automóviles. Este trágico suceso pone de manifiesto la urgente necesidad de frenar las causas del cambio climático para evitar que se produzcan catástrofes similares en el futuro.

Como activista climático, hago un llamamiento para consultar y creer los numerosos estudios científicos que avalan que este tipo de fenómenos atmosféricos están causados por el cambio climático. Muestra inequívoca de ello son las frecuentes, y cada vez más graves, inundaciones, sequías, huracanes e incendios forestales en todo el mundo. Los científicos del clima han advertido de que, a medida que aumente la temperatura global, los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones, serán más frecuentes y graves. Por tanto, ha llegado el momento de parar esta emergencia climática.

Según las autoridades locales, la inundación de Urfa fue causada por las fuertes lluvias que superaron la capacidad del sistema de drenaje de la ciudad. De nuevo, a causa de la variación en el patrón meteorológico que el cambio climático está causando, la intensidad y duración de las lluvias fueron muy superiores a las habituales en la región.

Como resultado, se ha generado un incalculable daño en casas y propiedades que tiene una repercusión negativa en la economía local por la pérdida de ingresos y la destrucción de empleo. El impacto es especialmente grave en las comunidades vulnerables, como las que viven en la pobreza o cerca de zonas propensas a las inundaciones.

Por tanto, ante este panorama debemos tomar medidas urgentes para reducir nuestra huella de carbono y mitigar los efectos del cambio climático. Esto requiere de la voluntad de los ciudadanos, gobiernos y empresas. Entre las medidas particulares que podemos seguir por iniciativa particular encontramos la reducción del consumo de energía, el uso de transporte público o el seguimiento de una dieta basada en vegetales. Por su parte, los gobiernos deberían invertir en energías renovables, eliminar progresivamente los combustibles fósiles y aplicar medidas políticas que incentiven las prácticas sostenibles. Finalmente, las empresas deberían dar prioridad a la sostenibilidad en sus operaciones y cadenas de suministro.

Además de reducir las emisiones, debemos adaptarnos a los cambios climáticos, mejorando nuestras infraestructuras, por ejemplo, construyendo mejores sistemas de drenaje y reforzando las barreras contra las inundaciones. Es esencial garantizar que nuestras ciudades y comunidades sean resistentes a los impactos del cambio climático, especialmente las más vulnerables a sus efectos.

En definitiva, la inundación de Urfa nos recuerda que el cambio climático no es una amenaza lejana, sino una realidad presente. Los efectos del cambio climático ya son evidentes, y cuanto más tardemos en actuar, más graves e irreversibles serán. De esta manera, por nuestro propio bien y el de las generaciones futuras, debemos adoptar medidas urgentes y significativas para abordar las causas profundas del cambio climático. Por eso, a través de este artículo, invito que como comunidad mundial nos unamos para reducir la huella de carbono y mitigar los efectos del cambio climático. No podemos permitirnos esperar más, el momento de actuar es ahora. Un futuro sostenible para todos nos espera.

Autor: Ahmet Doğan

Şanlıurfa, 17 de marzo de 2023

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