Las inundaciones, las guerras, la pobreza, el cambio climático y las persecuciones llevan provocando el desplazamiento de millones de personas desde hace décadas, pero el número de personas que abandonan sus hogares, regiones o países aumenta año tras año. Dondequiera que miremos, vemos una gran necesidad. En ocasiones la sociedad se pregunta si debe ayudar, pero la verdadera pregunta que deben plantearse es: ¿dónde o a quién debo ayudar? Mientras la necesidad aumenta día tras día, ¿cuál será la respuesta correcta y el camino que debemos seguir?
Estamos hablando de vidas humanas. Humanos que tienen que luchar para sobrevivir debido a la falta de productos alimenticios, humanos que tienen que dormir en chozas o en tiendas de campaña en las que las condiciones climáticas son frías, humanos que no pueden mirar al futuro con optimismo cuando todo lo que ven a su alrededor es pobreza y devastación.
Millones de pakistaníes lo han perdido casi todo, después de que unas fuertes lluvias inundaran miles de kilómetros cuadrados durante los últimos meses, dejando a una gran parte de los 33 millones de personas afectadas sin hogar, alimentos, cosechas, agua potable, ganado, suministros médicos y sin sus pocas pertenencias. Además, un tercio de los refugiados afganos que vive en Pakistán también se ha visto directamente afectado por las lluvias torrenciales.
La esperada cosecha de esa región no llegará, sus casas han sido devastadas, sus posesiones arrasadas. Las cifras del gobierno indican que unas 290.000 casas han sido destruidas, más de 700.000 cabezas de ganado muertas y miles de viviendas dañadas. A muchos no les queda nada. Las organizaciones nacionales e internacionales están ayudando a la población, pero la magnitud de las necesidades de esta región es demasiado grande, por lo que es necesario mayor apoyo a nivel mundial.
Si cruzamos la frontera con Afganistán, no encontraremos una situación mejor. Años de conflictos regionales, una economía colapsada, terremotos, condiciones climáticas difíciles y el aumento de los precios, debido a la guerra en Ucrania, han empobrecido a este ya pobre país. Muchos se enfrentan literalmente a la inanición.
Y si nos volvemos hacia el Cuerno de África, encontraremos que años de sequía han diezmado la cosecha, millones de cabezas de ganado están muertas y millones de personas se enfrentan a la malnutrición y la hambruna. Además, en otras naciones africanas los ciudadanos se encuentran en situaciones muy similares. No hay respiro para la población que vive en esas regiones.
No obstante, en medio de todo esto también vemos luz y esperanza. Nos animamos al ver los buenos resultados que están obteniendo cientos de proyectos en estos países, donde la gente está recibiendo apoyo financiero, un lugar para vivir, comida, ropa, asistencia médica y acceso a la educación. Se está ayudando a millones de ciudadanos y refugiados, ¡y estamos muy agradecidos por ello!
Sin embargo, todavía NO ES SUFICIENTE. La necesidad crece a medida que aumentan los desafíos a los que se enfrenta la humanidad.
Si todos ponemos nuestro granito de arena, la problemática a la que se enfrentan estos ciudadanos se distribuirá de forma más equitativa. La presión a la que se enfrentan estos países es realmente intensa y complicada. ¿Estaríamos dispuestos a quitarles algo de presión?
Unamos nuestras manos y tratemos de hacer más por los menos privilegiados. ¡Volvamos a poner una sonrisa en sus caras!
Poder ayudar a financiar los proyectos existentes es fundamental, pero no todos logramos ahorrar dinero en estos tiempos de incertidumbre. Sin embargo, todos podemos apoyar de otras maneras, por ejemplo ofreciendo nuestro tiempo. En Conexión, Creando Puentes se necesitan voluntarios capaces de ayudar en varias áreas. Si quieres ser uno de ellos, escribe a este email info@conexioncp.org o rellena el Formulario de Contacto. ¡Gracias!
28 de septiembre de 2022